Introducción tratamiento roturas crónicas de tendones

Según publicó Bertasi et al. (2017), actualmente las MDAH (Matriz Dérmica Acelular Humana) se han convertido en una opción contrastada para diferentes aplicaciones clínicas. Aunque no todos los tipos de matriz responden de manera similar, los xenoinjertos aún pueden contener alfa-gal, un epítopo que no está presente en los seres humanos, incluso después de la descelularización, lo que conduce a interacciones negativas con anticuerpos anti-alfa-gal humanos (Galili 1993, 2001).

Además, se han observado posibles problemas  inmunogénicos con la submucosa de intestino delgado porcina descelularizada (SIS) (Bellows et al., 2006; Zheng et al., 2005), incluso algunos autores han preferido dejar de utilizar el xenoinjerto SIS por esta cuestión (Iannotti et al., 2006). Además, se demostró que la matriz dérmica acelular de origen porcino presentaba un nivel de colonización de fibroblastos humanos significativamente inferior a las MDAH (matriz dérmica acelular humana): 31 por ciento, n = 49 versus 83 por ciento, n = 24; p <0,05. (Armour et al 2006).

Las matrices sintéticas, son otra opción, pero difícilmente reproducen la misma estructura y composición que las matrices extracelulares que se producen de forma natural (Cheng et al., 2014). Por el contrario, los MDAH se han utilizado con éxito en una amplia variedad de procedimientos que incluyen la cicatrización de heridas, reparación de tejidos blandos y aplicaciones de medicina deportiva (Bullocks 2014; Levenda y Sanders 2015; Walters et al., 2016). El proceso de descelularización debe eliminar los componentes celulares potencialmente inmunogénicos, permitiendo que la matriz actúe de andamio biocompatible que puede ser integrado por las células huésped (Norton y Babenesee 2009).

Las MDAH pueden ser especialmente útiles en el aumento de tendones. El injerto ofrece soporte mecánico a la vez que mejora el proceso de curación al influir en la infiltración de la células del huésped (Aurora et al., 2007). El soporte mecánico proporcionado por el MDAH reduce el riesgo de una nueva lesión del tendón en los procedimientos de reparación, como la reparación del manguito rotador y el tratamiento de las roturas del tendón de Aquiles (Barber et al., 2012; Tezeren y Kuru, 2006).

El uso de MDAH para aumentar la reparación del tendón también puede proporcionar una ventaja adicional vs los autoinjertos, al reducir la complejidad del procedimiento quirúrgico eliminando la necesidad de un segundo abordaje quirúrgico para la obtención del tejido del autólogo y eliminando así el riesgo de complicaciones de la zona donante (Lee 2008).

Las cualidades importantes a considerar cuando se selecciona un tipo de MDAH incluyen el potencial de integración E. Rosner et al. (2010), W. Kunz et al. (2017) y el manejo intraoperatorio fácil (Lee 2008), así como las propiedades biomecánicas. Cuando se indica una MDAH para aumentación de tendones o reconstrucción capsular se debe tener en cuenta la resistencia del implante. La resistencia del implante en Newtons, depende del grosor y ancho del mismo, además de la resistencia del propio material en si que se mide mediante el Módulo de Young. ( Resistencia=Grosor x Ancho x Módulo Young) según publicó J. Brune et al. (2017).